En las imponentes montañas de la cordillera de Ñuble, la familia Pimentel Andreu forjó un legado de conservación que perdura hasta hoy. En 1996, la familia identificó un predio con un rol crucial en la protección del Huemul, el Fundo San José, que luego se convertiría en el Parque Jungla Peumayen. A pesar de haber sido afectado por la tala del bosque nativo entre las décadas de los 50 y los 80, el terreno mostraba una notable regeneración.

El Parque Jungla Peumayen, abarca 3.300 hectáreas y marca el inicio de una aventura compartida. Desde este espacio único en la cordillera de Ñuble nace la Fundación Mallines. Fue en el año 2022 cuando, motivados por las relaciones establecidas con la FAO, MMA, GEF y otras organizaciones, la familia decidió formalizar sus esfuerzos de conservación mediante la creación de la Fundación Mallines. Reconociendo la necesidad de abordar la conservación de manera más integral, comenzaron a buscar y formar un equipo de directores comprometidos con estos propósitos.

Junto a diversas instituciones públicas y privadas, la familia y el equipo de la Fundación Mallines emprendieron esfuerzos para la conservación de esta área, formando alianzas estratégicas y dedicando recursos propios para sacar adelante este proyecto.

Su objetivo es llegar a más lugares y personas, reconectando ecosistemas territoriales, comunidades y el Huemul en Chile central. Aspiran a promover un cambio cultural en torno al cuidado del medio ambiente y el bienestar de las personas.

A través de la Fundación Mallines queremos construir un puente entre la comunidad y la naturaleza, protegiendo al Huemul y su ecosistema en la cordillera de Ñuble. Su legado es un recordatorio de la importancia de preservar nuestra biodiversidad y de la conexión profunda que existe entre los seres humanos y la tierra que habitamos.